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Rutas salvajes: las rocosas y montañas costeras canadienses

Pág. 02 - Editorial

Pág. 04 - Apuntes

Pág. 24 - Entrevista

Pág. 28 - Especial invertebrados exóticos invasores

Pág. 50 - Colaboraciones técnicas

Pág. 86 - Reportaje fotográfico

Pág. 100 - La página de...

Pág. 102 - Arte y naturaleza

Pág. 106 - Rincones singulares

Pág. 110 - Noticias forestales y del colegio

Autor(es): Jesús Ángel Cuevas Moreno
Nº: 90 Año(s): 2024
Sección: Reportaje fotográfico
Pág. 86-99

LAS MONTAÑAS Y SUS GLACIARES

 Las cadenas montañosas continentales constituyen uno de los ambientes más singulares en tierra firme. En un mundo de cambio global, como el actual, y en particular en zonas terrestres de latitudes medias o bajas, es decir, por debajo de latitud magnética 60°, las cordilleras actúan como verdaderos refugios de una diversidad de flora y de fauna  excepcional. Uno de los efectos más perjudiciales del aumento de la temperatura media global sobre los sistemas montañosos es el retraimiento de sus glaciares y nieves perpetuas, afectando de forma muy marcada a las temperaturas extremas y medias anuales en las cotas más elevadas, a la humedad ambiental y a la composición, temperatura y caudales de manantiales, arroyos y ríos que brotan en ellos. Desde el mismo momento de su formación, las montañas quedan expuestas a las fuerzas de la erosión por el viento, el agua o el hielo, trabajando todas ellas para reducirlas a sedimentos que son acumulados o bien en sus zonas basales o a cientos de kilómetros arrastrados por las aguas del deshielo y la escorrentía. Estas singularidades denotan la extrema fragilidad de los ecosistemas que ocupan las cordilleras, de sus montañas, de sus glaciares, lagos y ríos, y de su flora y fauna endémica asociada… 

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