Se celebró en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia, del 19 al 21 de mayo, bajo el título de "La ingeniería forestal como herramienta de adaptación al cambio climático". Tuvo dos partes bien diferenciadas, la primera, desarrollada durante el día 19 se centró en las aportaciones tecnológicas y de conocimiento que hace la ingeniería forestal con el fin de adaptar la gestión activa de los montes al escenario actual de cambio climático, aflorando además, nichos de trabajo y oportunidades profesionales derivadas de esta situación.
La segunda jornada, el 20 de mayo, se centró en la bioeconomía, entendida esta en un concepto amplio de sostenibilidad que considera fundamental la justificación económica de la gestión forestal. Si la gestión forestal no genera riqueza y recursos económicos no estaremos haciendo una gestión sostenible, puesto que faltará una de las tres patas que sustentan este concepto: el social, el ecológico y el económico.
La Conselleria competente en materia de medio ambiente presentó en primicia para RedForesta Levante, algunas propuestas de modificación de la Estrategia Valencia Contra el Cambio Climático que otorgan mayor protagonismo a las medidas agroambientales y otras relacionadas con la actividad forestal.
A lo largo de la primera jornada se puso de manifiesto que las masas forestales en el ámbito mediterráneo están sufriendo un proceso de degradación debido a los efectos del cambio climático y al abandono de la gestión forestal. Esto ha propiciado la pérdida progresiva del valor económico intrínseco de los usos y aprovechamientos tradicionales del monte.
La conclusión principal de ambas jornadas es que sin gestión no hay adaptación al cambio climático, si no gestionamos los bosques no les estaremos adaptando al cambio climático, tan solo dejaremos que sufran sus consecuencias. Para desarrollar esa gestión es imprescindible aprovechar los recursos naturales, ecológicos y renovables que el bosque genera.
El cambio climático es un enorme problema porque nos obliga a adaptarnos a sus consecuencias pero también puede ser una oportunidad porque los bosques son una fantástica herramienta de mitigación. La necesidad de gestionarlos para adaptarnos y mitigar el cambio climático es una oportunidad para su gestión sostenible.
La segunda jornada de RedForesta Levante se desarrolló alrededor del concepto de bioeconomía. La valorización económica de productos obtenidos mediante la gestión forestal sostenible, constituye un aspecto primordial para el desarrollo profesional de actividades vinculadas con la ingeniería forestal. En este sentido, instituciones como la Cámara de Comercio de Valencia o la Federación Valenciana de Empresas de la Madera, fomentan iniciativas empresariales relacionadas con el uso de productos de base forestal.
Las principales conclusiones que se extrajeron de esta jornada inciden en la necesidad de potenciar actividades económicas que rentabilicen la gestión del monte, desde el aprovechamiento de las materias primas hasta la valoración de servicios ecosistémicos que nos proporciona el monte: fijación de CO2, regulación hídrica, fijación de suelo, paisajes, biodiversidad, ciclo biológico, etcétera.
La falta de gestión forestal, agravada por los efectos del cambio climático, colocan a los bosques en una situación muy delicada. Es imprescindible apostar por la gestión forestal como herramienta de conservación, aprovechamientos de recursos naturales renovables, creación de empleo y desarrollo rural.
Las nuevas tecnologías (teledetección, fotogrametría, sistemas Lidar, etc) aplicadas a la toma de datos facilitan la gestión y son una de las nuevas salidas profesionales que se expusieron en las ponencias, centrando una parte importante del congreso.
Visita al monte de U.P. La Matea
En la tercera jornada los asistentes a RedForesta Levante pudieron visitar el monte de U.P. La Matea, de 1890 hectáreas, propiedad de la Generalitat Valenciana, guiados por el Ingeniero Técnico Forestal encargado de su gestión. Este monte cuenta con una dotación económica importante que proviene del canon anual de ocupación por parte de los aerogeneradores instalados en el mismo. La empresa concesionaria paga el canon estipulado realizando actuaciones de mejora del monte.
Este caso constituye uno de los mejores ejemplos de gestión multifuncional del monte, ya que en el mismo se llevan a cabo actuaciones con fines diversos: tratamientos selvícolas, recuperación de fuentes y puntos de agua, creación de microreservas de flora, uso ganadero extensivo, corrección hidrológica y recuperación de patrimonio cultural etnológico, entres otras muchas acciones.
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