NP Día del Patrón, San Francisco de Asís 2014

escudo

COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS TÉCNICOS FORESTALES Y GRADUADOS EN INGENIERÍA FORESTAL Y DEL MEDIO NATURAL

www.forestales.net

nota de prensa

4-OCTUBRE-2014

Con motivo del día de su patrón, San Francisco de Asís, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural quiere recordar que tanto los bosques, como los parques y jardines de nuestras ciudades, no están siendo atendidos como merecen.

Los bosques españoles están más abandonados que nunca, con la inversión pública reducida en más de un 50 % en los últimos tres años y sin incentivos fiscales o financieros que favorezcan la inversión de los propietarios forestales privados.

Esta reducción en la inversión pública (de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas) pone en peligro la conservación de nuestro patrimonio natural y contribuye a rebajar la calidad de vida de los ciudadanos.

Son muchas las dificultades a las que se enfrenta el medio natural, lo cual afecta a su sostenibilidad económica, ecológica y social. La falta de inversión pública en la gestión sostenible de los bosques los debilita ante los agentes que amenazan su persistencia: los incendios forestales, las plagas y enfermedades y el impacto de las acciones antropogénicas, tales como la contaminación atmosférica y el cambio climático, son los más importantes por la gravedad de su impacto. Pero tampoco deben olvidarse los cambios de cultivo y la retirada de vegetación leñosa, así como la presión urbanística, la necesidad de infraestructuras y el turismo rural incontrolado.

Incendios forestales: una lacra repetitiva

Los incendios forestales son una lacra tremenda en España y muy difíciles de erradicar. A pesar de las técnicas de prevención aplicadas como la selvicultura preventiva, la educación ambiental, los planes integrados de previsión, alerta y vigilancia, las infraestructuras existentes, a pesar de las técnicas de extinción empleadas, cada vez más adaptadas a los nuevos tiempos, como la detección, los métodos y la organización de extinción y de combate, las estadísticas son claras y estamos sin lugar a dudas ante el enemigo número uno del medio natural.

Es imprescindible un mayor compromiso por parte de las administraciones competentes a nivel de prevención, tanto en medios tanto humanos como económicos. Los municipios de nuestro país necesitan planes de autoprotección frente a los incendios forestales. En los últimos cuarenta años han proliferado urbanizaciones y viviendas en plena naturaleza sin contar con normas y planes urbanísticos que obliguen a tomar medidas de autoprotección contra los incendios forestales. Por el aumento de la masa forestal sin ningún tipo de gestión, cientos de miles de ciudadanos viven en una situación de riesgo para sus vidas y sus bienes y no son conscientes de ello.

Por otra parte, más del 70 % de la inversión pública va destinada, en la actualidad, a mantener los servicios de extinción de incendios, aunque también han sufrido una reducción en sus presupuestos. Tan solo una cuarta parte de la inversión pública se ha destinado a labores de gestión diaria en los montes: repoblaciones, tratamientos selvícolas, restauración hidrológico forestal para evitar riadas y prevención y lucha contra las plagas y enfermedades de las masas forestales, entre otras.

Son estos trabajos de gestión los que principalmente mantienen en buen estado de conservación los bosques, ayudan a su aprovechamiento sostenible, crean empleo y favorecen el desarrollo rural.

Invertir en bosques es invertir en calidad de vida. Es responsabilidad de las Administraciones públicas el fomento de nuevos bosques y el mantenimiento de un medio natural que garantiza servicios básicos para la vida: oxígeno, agua, recursos naturales renovables y biodiversidad.

Una mayor inversión en nuestras áreas forestales, además de crear un importante número de empleos directos, contribuye a mejorar su conservación y gestión, reduciendo el número de grandes incendios forestales y sus perjuicios ecológicos, materiales y humanos. La pérdida de bosques supone pérdida de biodiversidad y de terrenos fértiles, pérdida de suelo por la erosión, pérdida de la protección que hacen de las poblaciones humanas, de las cabeceras de los ríos y de los embalses y la pérdida del papel fundamental que juegan en la calidad de las aguas subterráneas. Los bosques son los mejores y mayores embalses de agua de nuestro país.

El Colegio solicita que se invierta más en proyectos de conservación y mejora de nuestro medio natural, porque una función esencial de los bosques es su efectiva contribución con la mitigación del cambio climático a través de la fijación de CO2.

Parques y jardines

Los parques y jardines, están viendo reducido su presupuesto de gestión y mantenimiento de zonas verdes de forma alarmante, lo que desgraciadamente se está poniendo en evidencia con la caída de ramas y árboles en nuestras ciudades. Se hace necesario realizar una evaluación técnica fitosanitaria de todo el arbolado urbano para intentar evitar lo que está sucediendo en ciudades como Madrid.

El suelo urbano ha cambiado notablemente: el asfaltado y las aceras, pueblan toda la ciudad. El arbolado se ha visto reducido tanto por arriba (alcorques pequeños) como por abajo, con menos cantidad de suelo que los sustenta. Es fundamental elegir muy bien las especies que se plantan debido a que no tienen prácticamente espacio (suelo) para el desarrollo de las raíces.

Además, en suelos muy compactados, el drenaje del agua no se produce, lo que puede producir una humectación excesiva de las raíces con la consiguiente aparición de hongos de pudrición.

Los árboles como seres vivos que son, necesitan un seguimiento adecuado, y más en un ambiente hostil como es la ciudad.

Hoy en día, la gestión municipal generalmente está compartida, con subcontratas cuyos operarios muchas veces o no son fijos o cambian de zona, otros (sub/subcontratados) contratados a destajo, que, a veces, realizan su trabajo tan deprisa que a veces atropellan a los árboles.

En ciudades como Madrid, para paliar la alarma creada y como prevención a posibles caídas de nuevas ramas o árboles, se están realizando podas a destiempo, fuera de la temporada, con consecuencias desastrosas a medio plazo para la supervivencia de cada ejemplar podado. Las heridas producidas en el arbolado en el periodo de mayor circulación de savia los debilitan notablemente y facilita que sean atacados por hongos y enfermedades que pueden provocar incluso su muerte. Insistimos en que es necesario realizar una evaluación técnica fitosanitaria de todo el arbolado urbano antes de tomar la decisión de podar por miedo.

 

¿NECESITAS UN TÉCNICO?