Que la Luna tenía influencia en el crecimiento de las plantas era algo documentado desde hace miles de años por distintas culturas, que se demostrase con estudios científicos eso era otra cosa. Pues bien, los primeros estudios realizados en España sobre la influencia de la Luna en el ofrecimiento de los árboles y en su durabilidad los ha realizado la empresa pública del gobierno vasco Tknika junto con la Diputación Foral de Guipúzcoa y han contado con la colaboración del CIFOR-INIA y Cesefor.
¿Cómo influye la Luna en la captación de agua por los árboles?, ¿cuál es el mejor momento para cortar, en creciente o en menguante?, ¿todas las especies reciben la influencia de la misma manera?, ¿cómo afecta a la durabilidad de la madera?, ¿cómo es la madera que obtenemos en función del momento elegido para su corta? Estas y otras muchas preguntas se respondieron en el primer congreso de Redforesta 2016 celebrado en la Fundación Orona en Hernani.
Los principales ponentes de esta materia durante la primera jornada del Congreso fueron:
Además de presentar los resultados de este primer estudio sobre la influencia de la Luna en el crecimiento y en la corta de madera en distintos montes y especies de Guipúzcoa, el congreso contó con la presencia del profesor suizo e ingeniero forestal Ernst Zücker, quien lleva años estudiando esta relación, que presentó la conferencia "La tala de árboles de acuerdo a las fases lunares, con la implementación de medidas Electrofisiológicas".
La segunda jornada del Congreso, que tenía como título "La sabiduría y el saber sobre la madera", estuvo dividida en tres grandes bloques con interesantes ponencias en cada uno de ellos:
Varias cuestiones quedaron claras en este segunda jornada como que la madera es el material más ecológico, natural, sostenible y renovable que hay en la construcción. Las ventajas ambientales que ofrece frente a otros competidores como puedan ser el acero, el aluminio, el vidrio o el cemento, tanto en su producción como en su transformación y posterior uso, hacen de la madera un material de futuro. Su capacidad para secuestrar carbono durante todo su ciclo de vida, la facilidad para su reciclaje, el hecho de que prácticamente no necesite energía en su transformación, si lo comparamos con los costosísimos procesos de fabricación de otros materiales competidores, convierten a la madera en un producto estrella.
Por otro lado, la gran cantidad de soluciones técnicas aplicadas a la madera han dado productos cada vez más versátiles que ofrecen nuevas soluciones constructivas y que dan una gran variedad estética difícilmente igualable.
Desde el punto de vista energético, quedó de manifiesto que la biomasa forestal ofrece unas grandes posibilidades de gestión forestal, creación de empleo, disponibilidad de energía limpia que contribuye al cumplimiento de los compromisos españoles de reducción de gases de efecto invernadero y que supone un ahorro en la factura energética al sustituir los combustibles fósiles mucho más contaminantes y que vienen de fuera.
Queda mucho por hacer, especialmente en la popularización de este tipo de energía a nivel social. No tiene sentido producir astilla en España y que se queme en Italia.
La tercera jornada sirvió para conocer un interesante proyecto de recuperación de un ballenero del siglo XVII. El proyecto se llama Albaola y se desarrolla en Pasia, el que fuera el puerto constructor naval español más importante del siglo XVI y XVII. La reconstrucción de este ballenero, hundido en las costas de Terranova en 1763, se hace siguiendo los métodos que se utilizaban en el momento de su construcción, desde la elección de las especies y los árboles en el monte, su corta y transformación, hasta el posterior montaje y ensamble en el pequeño astillero habilitado como museo donde se cuenta la historia de este ballenero.
La clausura del congreso fue en el salón de plenos del ayuntamiento de San Sebastián y corrió a cargo de la concejala de Cultura, Euskera y Educación Miren Azcarate y del viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco Bittor Oroz y de la decana del Colegio, Pilar Avizanda.
Miren Azcarate destacó que lo forestal es cultura porque implica conocimiento y tradición, una forma de hacer las cosas que viene de nuestros antepasados pero que se proyecta hacia el futuro. En este punto coincidió con uno de los argumentos utilizados por la decana del Colegio Pilar Avizanda durante todo el congreso: la garantía de futuro de la profesión de ingeniero forestal por dar solución a alguno de los principales retos de la Humanidad: la fijación de carbono para luchar contra el cambio climático, el aprovechamiento sostenible de recursos naturales, la gestión del territorio y la conservación de biodiversidad.
Por su parte Bittor Oroz destacó el tradicional carácter forestal del País Vasco y la apuesta del gobierno Vasco por este sector, generador de riqueza y empleo.
La organización del congreso estuvo sencillamente perfecta, desde la elección de los ponentes y el motivo de sus intervenciones hasta el lugar donde se desarrolló en la Fundación Orona, en Hernani. Estas responsabilidades fueron del Decano Territorial en Euskadi Bixente Dorronsoro, quien contó con el trabajo administrativo y logístico de los servicios centrales del Colegio.
El Congreso contó con la colaboración del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Guipúzcoa y la Diputación Foral de Álava.
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