Artesonado

Almudena Córdoba López. Restauradora de Arte
Teodoro Abbad Santiveri

Peñaranda de Duero es uno de tantos pueblos pintorescos que han sufrido un importante éxodo poblacional,
al compás de las tendencias de los últimos decenios,pero que alberga de forma estática y solemne una riqueza monumental de gran valor y justa fama, fama que comparten sus buenos caldos, pues no en vano se ubica en el entorno de la Ribera del Duero.

Uno de los varios elementos arquitectónicos que destacan es la farmacia en funcionamiento más antigua de España, además, entre otros, del palacio de Avellaneda. Construido este a principios del siglo XVI, sobresale su portada plateresca, el magnífico patio de doble arquería junto con sus elegantes salones y escalera de honor y claustro con un soberbio artesonado, en el que hoy nos detenemos; y si bien no son los mejores del palacio, sí resultan los más asequibles para su disfrute.

Llama la atención la disposición de sus cuadros dispuestos en una perfecta sucesión que genera un trampantojo muy efectista, pues la innegable sensación que muestran hace pensar que se trata de un artesonado construido en más de un plano, cuando se trata en realidad de uno solo; la forma de rombo de cada cuadro y su ensamblaje han conseguido este efecto. La ornamentación es sencilla y con motivo repetido en todos los cuadros; la función estética queda sobradamente cumplida, pero además permite apreciar una clara y brusca diferencia con el ornato de techos en el interior, especialmente en el salón de los Embajadores, cuya manifestación en madera merece una visita sin reloj.

Tanto los artesonados de las salas del palacio como los del claustro y las escaleras se confeccionaros mediante talla individualizada sobre madera de pino silvestre (Pinus sylvestris) con ensamblajes embutidos de gran eficacia. El conjunto, que resulta sobrio y rígido, fue restaurado y oscurecido con betún de Judea, mostrando en la actualidad un buen estado de conservación. La protección metálica que se aprecia en las fotografías tiene como finalidad evitar la acción devastadora de las colúmbidas; se puede comprobar su acierto.

 

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